A mi hijo le encanta Harry Potter (igual que a mi) aunque no ha visto las películas yo le cuento historias de la escuela de magia, de los conjuros, de los animales fantásticos y por supuesto de las pociones mágicas. Como ya hemos hecho varios experimentos  en casa que tienen un sentido «mágico» e irreal para él, decidimos que podían ser una actividad perfecta para un aprendiz de mago en esta época del año.

Utilizado los mismos ingredientes de nuestros experimentos de volcanes, lava y masilla sensorial ¡las pociones tomaron forma!

Esta es excelente actividad si tienes en casa un niño curioso al que le gustaría experimentar, de forma segura puedes controlar la actividad mientras se despiertan todos los sentidos.
Los ingredientes son 100% naturales y se pueden consumir, ya que las pociones de los magos están hechas para probarlas, aunque el resultado era un sabor terrible nos ayudó a despertar el sentido del gusto y del olfato

Esta actividad no fue dirigida ni buscamos hacer un experimento específico, la idea era sencillamente utilizar la creatividad y comenzar a hacer pociones.

Pero en el camino sacamos muchas conclusiones, los mismos ingredientes reaccionaban diferente si se mezclaban con aceite, agua o con vinagre. En esta foto se ve como las grageas de colores se disuelven en el agua formando un color negro, mientras que las mismas chispitas se encapsulan en el aceite y el color no se disuelve.

La teoría del color resulta algo complicado para un niño ¡¡¡pero NO si estas creando pociones mágicas!!!! 

A parte de ser una actividad muy divertida, las pociones mágicas llenaron la tarde de creatividad y de descubrimientos asombrosos. Aprovecha para despertar los sentidos en tu pequeño mago y diviértete.